¡Este niño es hiperactivo!
Es posible que hayan escuchado esta afirmación en más de una ocasión, pero …
¿Qué es ser hiperactivo?
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico de carácter hereditario, y tiene inicio en la infancia.
Los síntomas característicos del TDAH son: las dificultades atencionales, la impulsividad y la hiperactividad. Se identificara como un trastorno cuando estos síntomas o conductas derivadas que se pueden observar se den con mayor frecuencia e intensidad que en los niños de la misma edad, interfiriendo en la vida familiar, social y escolar.
No todos los niños presentan todos los síntomas, ni en la misma intensidad, pudiéndose clasificar, tal y como se describe en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) según el subtipo:
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, predominantemente inatente
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, predominantemente hiperactivo/impulsivo.
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, combinado.
¿Qué nos hace pensar que un niño presenta TDAH?
- Inatención: dificultad para establecer un orden en las tareas o responsabilidades, le
cuesta ponerse en marcha (vestirse, hacer los deberes, …) ya que se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes, dificultad para finalizar tareas, pierde u olvida cosas necesarias con frecuencia, parece no escuchar cuando se le habla, olvida obligaciones cotidianas, realiza errores por no atender suficientemente a los detalles, dificultades para poner atención a dos estímulos alternativos o simultáneos, evita o se resiste ante tareas que requieren esfuerzo mental sostenido, etc.
- Impulsividad: a menudo tiene dificultades para pensar antes de actuar,
se precipita en el habla diciendo cosas en momentos poco adecuados, es poco previsor, tiene falta de planificación, interrumpe o se mete en conversaciones ajenas, juegos o actividades de los demás, se muestra impaciente con dificultades para esperar su turno, etc.
- Hiperactividad:
movimento frecuente de pies y manos, se mueve con frecuencia en el asiento, frecuentemente se levanta en situaciones donde debería permanecer sentado le cuesta entretenerse o dedicarse a actividades tranquilas, va de un lugar a otro sin motivo aparente, habla de manera excesiva, etc.
* En la adolescencia la hiperactividad motora probablemente no se percibirá, siendo más frecuente movimientos de manos y pies o
jugar con todo lo que está al alcance de la mano.
¿Quien realiza el diagnóstico?
El diagnóstico puede ser realizado desde el campo de la medicina: psiquiatra, neuropediatra, así como desde la figura del psicólogo.
Será importante realizar una buena entrevista para obtener la información adecuada y suficiente de los padres y los maestros, administrar cuestionarios y una batería neuropsicológica para establecer las capacidades del niño.
¿Cuál és su tratamiento?
Una vez realizado un buen diagnóstico y se puede afirmar que el “problema” no es el niño, sino el TDAH que presenta, se puede iniciar con el abordaje, que se establecerá según las necesidades de cada niño.
El tratamiento que más efectividad ha demostrado es el de carácter multimodal:
trabajo psicológico tanto con el niño como con las familias y los maestros.
tratamiento psicopedagógico (mejorar las habilidades académicas)
tratamiento farmacológico.
En conclusión…
No todos los niños movidos son hiperactivos. Hay muchos factores que pueden verse implicados, así que ante la duda y antes de hacer un “diagnóstico precoz” es importante consultar a un especialista.
Laia Gil Martínez
Psicóloga Infantil de Nútrim
nº de colegiada 17570