Cuando el mentor no escucha

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En 2011, en el Biz Barcelona, salón del emprendimiento,  me encontré a un «mentor» al que había conocido en un programa  para emprendedores creado por la Generalitat de Catalunya y en el que había sido seleccionada en 2010 para recibir formación y asesoramiento para poner en marcha una idea de negocio. Después de asistir a varias conferencias del Biz, visitado los diferentes expositores de empresas y entidades que se presentaban y conocer personas emprendedoras, me di cuenta, un poco perpleja, que prácticamente no había personas con ideas para emprender en el sector salud.  Al encontrarme con dicho mentor, se lo comenté y le transmití mi decepción al no haber podido aprovechar al máximo mi visita por no haber encontrado una representación de expertos y empresas relacionadas con la salud y la prevención. Esta persona, que formaba parte del equipo de expertos asesores del programa de emprendimiento, me contestó que reflexionara sobre ello. Me quedé pensando unos segundos en silencio, y antes de que pudiera responder, me dijo que quizás debía replantear mi idea de negocio puesto que, por muy clara que tuviera la idea,  la salud no parecía ser un mercado de potencial crecimiento en los próximos años, y así se hacía evidente en esa edición del Biz Barcelona.

Justo hoy leía en la revista Redacción médica, que según datos del Ministrerio de Empleo, el número de empresas sanitarias en España ha incrementado en un 4,6 por ciento entre los años 2012 y 2015. Según sostiene el artículo, el sector sanitario mantiene la línea de crecimiento general en la actividad empresarial y la cifra de empresas se ha incrementado en 38.148 desde 2015, de las que el 5,8 por ciento provienen del ámbito de la sanidad y los servicios sociales.

Evolución del número de empresas sanitarias entre 2012 y 2015. Fuente: Ministerio de Empleo

Evolución del número de empresas sanitarias entre 2012 y 2015. Fuente: Ministerio de Empleo

 

Está claro que el sector salud ha crecido y lo seguirá haciendo en los próximos años, en parte por la necesidad de dar respuesta a la gran demanda de servicios de salud y en parte para buscar soluciones al  gasto sanitario producido por el aumento de la esperanza de vida, la elevada incidencia de las enfermedades crónicas i el mayor grado de personas dependientes. Enfocar una idea de negocio que de respuesta a una necesidad o demanda para resolver un problema existente, es clave.

Entiendo que los asesores y mentores no tienen porqué conocer ni ser expertos en todos los sectores empresariales, pero también es verdad que en 2011, en plena crisis y España a punto del rescate económico, hubo un boom del emprendimiento, antaño llamados nuevos empresarios, que reinventó la forma de trabajar, personas que decidieron llevar a cabo una idea de negocio como salida profesional durante años de penalidades económicas y elevado paro o para dar respuesta a una necesidad del mercado. Y surgió: emprender estaba de moda y se produjo el auge del movimiento de la emprendeduría. Afloraron muchas ideas y emprendedores de todo tipo y empezaron a sonarnos palabras como coworking, aquellos espacios en los que quienes deseaban iniciarse en el mundo empresarial, encontraban el lugar ideal para compartir, no solo gastos, sinó conocimiento y proyectos en común. Y a medida que surgían emprendedores, surgían programas en todas las ciudades para dar cobertura también a una necesidad: la del emprendedor. Quien más quien menos podía adherirse a programas de su comunidad para impulsar su idea de negocio y recibir asesoramiento de personas expertas; algunas emprendedoras y otras que no lo habían hecho ni jamás lo harán.

Personalmente tuve algunos buenos asesores, personas que sin conocer el sector del que yo provenía, aplicaban sus conocimientos en finanzas, marketing, comunicación, etc.  para ayudar a pulir y mejorar mi idea empresarial. Lo importante es que, sin tener idea del sector salud, hicieron bien su trabajo, porqué sobretodo, aparte de enseñar, estaban dispuestas a escuchar. Conocer qué problema pretendía resolver mi idea de negocio e intentar entender cómo se articula el sector en el que se iva a aplicar, en este caso el de la sanidad, que además tiene unas particularidades que lo hacen bastante específico, fue la clave.

Pero hay de todo en la viña del señor, y aquella tarde en el Biz, tropecé con uno de mis mentores que solía poner su atención en las ideas más tangibles como la tecnología o el diseño y desenfocar su mirada cuando se trataba de la intangibilidad de los servicios alrededor de la salud. Quizás la prevención y la promoción de la salud le pareció algo anticuado, poco atractivo y poco innovador, y no escuchó, pero no a mi, sinó a los expertos que ya hablaban de la gran revolución que estaba cambiando el sector salud.

Emprender no es una moda ni nunca debería serlo. Asesorar a aquellos que deciden emprender y llevar a cabo su idea, tampoco. Escuchar es la clave, siempre puedes aprender algo.

Quiero dedicar especialmente este post a Cèlia y a Marta, dos personas que escucharon y de las que aprendí mucho. Sigo aquí, ¡gracias! 😉

Marta Prats
Enfermera y directora de Nútrim