Buena parte del miedo que tienen las personas cuando toman conciencia que su tiempo se acaba, es debida al sentimiento que ya nada merece la pena. Pero cada día, cada momento de la vida que queda para vivir, es una oportunidad, y puede dar lugar en vivencias extraordinarias que den sentido a seguir viviendo.

La vida es vida hasta el final y hay quién es capaz de aprovecharlo incluso para cumplir sueños.

Muchas personas nos lo demuestran con su ejemplo, y en esta conferencia, conoceremos unos cuántos.